Whatever

-Y bien…¿qué es lo que hacemos aquí?.-pregunté insinuante -Pasar un buen momento. -Y el buen momento tiene que ver con tu guitarra supongo. -Sí, me será de ayuda.-me dijo mientras la sacaba de su funda y se la acomodaba, yo lo miraba muy feliz. -¿Me cantarás la canción de la noche en que fuiste a mi casa? -Si eso quieres sí, pero antes te cantaré otra, no es de mi autoría pero espero que te guste, es de nuestro grupo favorito.-cuando dijo eso en plural, ese “nuestro” sentí que la sangre se me helaba de lo hermoso que se había escuchado. -¿Te refieres a los Beatles?.-pregunté sonriente -Sí, ¿acaso hay otro?.-me contestó sonriente, yo le sonreí también y entonces comenzó a tocar, al escucharla no podía creerlo, pues era de mis canciones favoritas y la cantaba mi Beatle favorito Paul, y ahora, por mi chico favorito; tarde más hermosa en mi vida no podía tener…Beatles y Noel. - I give her all my love That's all I do… And if you saw my love, You'd love her...

En la mañana me levanté muy contenta ya que en la tarde estaría con Noel y me tenía una sorpresa, fui caminando rápido hasta el cuarto de Frida y toqué fuerte para que ya se despertara, ella se limitó a gritar “ya voy” y por su voz noté que estaba aun en el quinto sueño.  Me arreglé más que de costumbre y eso que desde que conocí a Noel me comencé  a arreglar más, entonces hoy sí era una exageración. Frida también iba más arreglada y era raro en ella ya que cuando de escuela se trataba iba como Dios le daba a entender, aunque eso sí, su cabello siempre debía estar muy bien peinado, eso nunca podía estar mal. Al llegar a la cocina nos dimos cuenta de que sólo estaba Connie, pero ella tenía que ir a arreglar las flores de mamá porque era lo que ella más le confiaba a Connie, decidimos sentarnos a desayunar pero yo preparaba un jugo de naranja, fue cuando Frida llegó y se recargó en la barra al lado mío y se comía los gajos de las naranjas que ya estaban exprimidas, era simp...

-¡¡¡Frida!!! ¡Fridaaa!.-gritaba como loca, entonces Connie se acercó hasta mí, me miraba de forma extraña -¿Me puedes decir qué significa esto? -¿Dónde está? -Se fue a su cuarto y no dijo nada, se ve que tiene algo y me preocupa pero no me ha querido abrir, yo tengo que salir Nena, te encargo mucho a tu hermana. -Descuida, créeme que me encargaré de ella.-entonces subí a su cuarto y comencé a tocar fuerte  .-¡Frida! ¡Ábreme ya!.-dije intentando girar la perilla -No Sofía lárgate y ¡déjame en paz!.-me gritó, aunque algo había en su voz que no se escuchaba como siempre. -Haces bien en ocultar tu maldito rostro, al menos sé que tienes vergüenza.- entonces abrió bruscamente y me sorprendí con lo que vi. -Sí Sofía sí, me apena demasiado saber que por mi culpa lo expulsaron, me apena demasiado, no te das una idea, ¡por mi culpa!, y me siento pésimo porque siempre lo insulto y aún así me defendió y ahora le busqué problemas que no podré remediar, y ahora tú haciéndome s...